Yewa
Orisha mayor. Vive dentro del cementerio, entre las tumbas y los muertos es la encargada de entregarle los cadáveres a Oyá. Es una vieja, considerada virgen, sumamente casta y que prohibe a sus hijos todo comercio carnal. En su presencia nadie puede desnudarse, ni tener amores o disputas y ni siquiera, hablar en voz alta o comportarse con rudeza. Sus servidores siempre son viejas, vírgenes o mujeres estériles. Se sube muy pocas veces.
En esos casos mimetiza la acción de devanar o de hacer un atadijo con cordel, gracias a ciertos movimientos rotativos de los brazos. Goza de gran prestigio, por sus oráculos y sus hijos se someten a la más rígida austeridad. Particularmente adorada en Santiago de Cuba.