Los caracoles es un sistema de adivinación que usan los Santeros para ayudar a la persona a encontrar respuestas a su vida presente y futura y descifrar osas del pasado que hayan sido perturbadoras para el que consulta.
Una mano de caracoles
de tirar consta de 16 conchas.
A esta mano de caracoles se le une lo siguiente:
- Una piedra chiquita (generalmente oscura). En lengua lucumí: Otá
- Un caracol distinto a los del Dilogún (que se busca en la arena). En la lengua lucumí: Allé
- Una semilla de gualacote. En lengua lucumí: Egué Alló.
- Una cabeza de muñequita pequeña. En la lengua lucumí: Erí Aguoná.
- Una pelotita de "cascarilla". En lengua lucumí: Efún.
A todos estos enseres se les llama Ibo.
Cuando se realiza un registro a una persona con los caracoles, se comienzan a poner en marcha toda una serie de pequeñas ceremonias que van a ayudar a que la fuerza energética nos ilumine por el camino correcto y que así los caracoles puedan hablar con precisión a la persona y le ayuden a encontrar la solución que está buscando.
Este sistema adivinación funciona en dependencia dela caída de los caracoles en la estera y evidentemente de la interpretación de la persona que los lee.
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