martes, 4 de septiembre de 2018

Patakíes

La lluvia de oro

Aquel año hubo una gran sequía. Un campesino que se encontraba muy triste porque había gastado sus pocos ahorros para dar de comer a sus hijos, se encontró con Shangó.

–No te preocupes, que mañana va a llover –le dijo el orisha del rayo y el trueno–, pero debes procurar por todos los medios no mojarte, que yo te garantizo una suerte grande.
Efectivamente, al despuntar el día siguiente comenzó a llover. El pobre campesino olvidó la advertencia que le había hecho Shangó, se puso tan contento que salió corriendo de su casa y esa fue la causa de su muerte, pues estaban lloviendo monedas de oro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario